martes, 26 de julio de 2005

La Guerra Civil en La Parra - 1936

La Guerra Civil del 36 en La Parra

   El 19 de Octubre se cumplen 71 años del fusilamiento de numerosos parreños en nuestro pueblo.

   Corría el año 1936 cuando las elecciones generales de Febrero dieron la victoria al Frente Popular. Años atrás, desde la proclamación de la República en 1931, se vivían en todos los pueblos numerosos episodios de violencia, una gran tensión por la falta de trabajo, por el hambre de las familias de los jornaleros, por las revoluciones sociales y políticas, por el miedo. La victoria de la Derecha Republicana en 1934 provocó que el gobierno quitase del cargo a los alcaldes y concejales de los distintos partidos de izquierda, e imponiendo sus propios alcaldes y concejales. Ello venía provocado por los distintos levantamientos obreros en los pueblos, y también provocó una mayor crispación entre ellos.

   Las elecciones de Febrero del 36 repusieron en sus cargos a los alcaldes y concejales afectados, que en nuestro pueblo fueron Antonio Labrador Amaya como alcalde, José García Luengo, Antonio Amaya González, José Conejero Padreda, Antonio Ramón Guillén Parra y Eloy Méndez Luengo. Aquel domingo hubo una gran manifestación de Júbilo en la plaza de la República (Plaza de España) celebrando la vuelta. Así, el 3 de marzo del 36 los cargos del ayuntamiento eran los siguientes:
Alcalde: Antonio Labrador Amaya (“Campana”)
Concejales:
José Conejero Padreda (Presidente de la “Casa del Pueblo”)
José García González, Bernardino Cansado Pizarro, Antonio Ramón Guillén Parra, Eloy Méndez Luengo, Antonio Amaya González, Juan García Luengo (que fue el alcalde en 1931), y Fernando Calvo Jiménez que era el Secretario.

    El levantamiento de las tropas del General Franco en Marruecos el 18 de Julio de 1936 provoca el comienzo de la Guerra Civil Española. Durante principios del mes de agosto la columna del comandante Castejón toma las distintas poblaciones de la provincia de Badajoz, Zafra, Los Santos, Villafranca, Almendralejo, Badajoz y Mérida. La Parra fue ocupada el 27 de Agosto. Días después del comienzo de la Guerra Civil se decidió encarcelar a los miembros de derechas del pueblo, así fueron encarcelados Emilio Becerra Fernández de Aguilar (propietario), Bernardino Cansado Pizarro (zapatero), José Antonio Castaño Rodríguez (comerciante), José Fernández de Aguilar González (bachiller), Ramón Fernández de Aguilar González (abogado), Tomás Fernández de Aguilar González (maestro), Camilo Fernández Becerra (labrador), Teodosio Fernández Físico (propietario), José Gómez de Villar Máximo (propietario), Sebastián Gómez de Villar Máximo (presbítero), José García Gutiérrez (estudiante), Manuel Gómez Gomero (propietario), Francisco Guerra Guerrero (industrial), Avelino Lagar Lahera (ex – municipal), Alfredo Marín Becerra (propietario), Antonio Marín Becerra (propietario), Antonio Martín Zambrano (labrador), Vicente Murillo Trejo (jornalero), Juan Piñero Pizarro (dependiente), Ricardo Ruiz Neila (propietario), Vicente Santos González (labrador), Máximo Trigo Ordóñez (propietario) y José Vega Hernández (empleado). Todos ellos fueron encarcelados en un principio porque así se estaba llevando a cabo en todas las poblaciones, apoyaban el levantamiento antidemocrático del General Franco y también para estar protegidos ante los levantamientos y posibles brotes de violencia de los obreros. Estaba prohibido que la comida se la acercaran a la cárcel las criadas, y por ello tenían que ir los familiares a asistirlos.

    En La Parra se creó un “Comité Local Antifascista” compuesto por Emilio Lagar Amaya, Manuel Rodríguez García, Antonio Conejero Padreda, Rafael Gómez Lagar, Antonio Barbosa Nieto, Manuel Lagar Murillo, Antonio Ramón Guillén Parra e Isaac Rodríguez Lagar que estuvo dirigiendo el pueblo hasta que la mañana del 27 de Agosto, habiendo sido tomados ya todos los pueblos de alrededor, un grupo del destacamento de Guardias Civiles que seguía a la Columna Castejón tomó el pueblo, liberó a los presos de los calabozos y empezó a buscar a los responsables que habían estado dirigiendo el pueblo durante estos meses. Así, gracias a la colaboración de muchos de los presos de derecha, se fue identificando casa por casa a los miembros de izquierda. Unos se presentaron al destacamento, otros se escondieron en sus casas hasta que los encontraron y otros huyeron a la sierra con el objetivo de unirse a otros muchos que habían huido de sus pueblos. Los detenidos fueron encarcelados y sometidos a multitud de maltratos. Sus familias se acercaban para llevarles comida y también sufrían el acoso de los sublevados.

     Así transcurrieron los días hasta que el 19 de Octubre muy temprano, les dieron “el paseo” hasta la pared del cementerio donde fueron fusilados Luís Cantón Barrientos de 42 años, labrador y vecino de la calle de La Cruz, Agustín Corbacho Hermosel, de 28 años , jornalero y vecino de la calle de La Cruz, Antonio González González de 30 años, jornalero y vecino de la calle Fuentes, Antonio Padreda Cansado de 35 años, jornalero y vecino de la calle Santa María, Eulalio Conejero Padreda de 40 años, jornalero y vecino de la calle de La Cruz, Félix Cansado Luengo de 33 años, jornalero y vecino de la calle Fuentes, José Conejero Padreda de 45 años, José González Cansado de 39 años, jornalero y vecino de la calle de La Cruz, José Murillo Vázquez de 38 años, jornalero y vecino de la calle de La Cruz, Mamerto Vaquerizo Luengo de 38 años, jornalero y vecino de la calle de La Cruz, Ramón Santos Nieto de 45 años, jornalero y que vivía en el cementerio ,y Victoriano Lagar González de 38 años y vecino de la calle de La Cruz. Muchos otros no aparecen en las actas de defunción del juzgado, pero seguro sufrieron la misma suerte que estos ese mismo día o alguno anterior, Antonio Conejero Padreda, Rafael Gómez Lagar, Antonio Barbosa Nieto, Isaac Rodríguez Lagar, Antonio Murillo Galindo, Antonio Ramón Guillén Parra, Luís Ramírez Díaz (de Almendralejo). El 28 de Octubretambién hubo fusilamientos en “el Carrascal”, donde murieron Carmelo Santos Murillo, Gumersindo Barbosa Lagar, José Manuel Paniagua Pagador, Manuel Lagar Murillo y Ramón Ordóñez Galindo. Nada sabemos aún de la suerte deAntonio Labrador Amaya, Eloy Méndez Luengo, Juan García Luengo, Antonio Amaya González, Luís Gutiérrez Parra, Manuel Rodríguez García, Rafael López y Luís Gutiérrez Parra. Sabemos que Emilio Lagar Amaya fue sentenciado a muerte y fusilado en Septiembre de 1940 y que Luís Lagar Pajares que era un recluta del ejército republicano cayó probablemente en la toma de Badajoz por parte de las tropas sublevadas.

    Todo ello ocurrió hace ahora 71 años, una guerra civil cruel y violenta entre hermanos que dio paso a una larga dictadura de 40 años que cerró las bocas de todos aquellos que quisieron interesarse por el paradero de estas personas muertas. Ahora, creemos que ha llegado el momento de rendir un homenaje a esta gente que dio sus vidas por defender los derechos de los demás, jornaleros, concejales, alcaldes, etc…
Es importante señalar que el estudio de aquella época y de aquellos nombres es extremadamente difícil por el hermetismo que aún hoy en día existe en todas las familias, hermetismo que puede haber provocado fallos en fechas, nombres, apellidos pero que con la ayuda y la colaboración de todos podremos sacar a la luz todo lo sucedido, para servir de ejemplo a próximas generaciones y demostrarles que la guerra nunca tiene sentido.



En Memoria de Antonio Ramón Guillén Parra, presidente de las Juventudes Socialistas y Concejal del Ayuntamiento de La Parra en 1936


Bibliografía:

Archivo del Ayuntamiento de La Parra - Actas de Pleno desde 1930 a 1940
Archivo del Juzgado de Paz de La Parra - Actas de Defunción de 1935 a 1940
'La columna de la muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz' de Francisco Espinosa (un autor de villafranca)
La Segunda República en Badajoz de José Luis Gutiérrez
La amargura de la memoria :República y guerra en Zafra de José María Lama
La Guerra Civil en Extremadura de Julián Chaves Palacios
La Guerra civil en Extremadura de Juan García Pérezy Fernando Sánchez Marroyo
Extremadura : la guerra civil de Justo Vila Izquierdo


José Juan Durán Murillo - 26 de Julio de 2005
Publicado en la web www.laparra.com.es

sábado, 16 de marzo de 2002

Un poco de Historia 5 - El Señorío de Feria

Un poco de Historia 5 - El Señorío de Feria

Un 26 de Febrero de 1394, en la Corte del Rey en Alcalá de Henares, el Rey Enrique III “El Doliente”, apenas superada la mayoría de edad  con quince años, firmaba el documento por el cual donaba La Parra, Zafra y Feria a Gómes Suárez de Figueroa, con tan solo catorce años. Mucho tiempo atrás, el padre de Gómes, Lorenzo Suárez de Figueroa, Maestre (cómo el presidente) de una de las Mayores y más importantes órdenes de Caballería, la Orden de Santiago, colaboró y fue fiel súbdito del anterior monarca Juan I, y de su hijo, el citado Enrique III. Todo ello fue estrategicamente planeado, ya que el Maestre, por su condición “religiosa”, no podía obtener beneficios propios. Por ello, y después del acto de donación, el Maestre seguiría dirigiendo los destinos a su hijo Gomes, preparándole la toma de posesión de las tres aldeas.
No es casualidad que Lorenzo Suarez eligiese para su hijo la aldea de La Parra, pues cuando estuvo de Comendador en Lobón y Mérida, tendría conocimiento de que era una aldea próspera, habitada de multitud de nobles y clases altas, rodeada de multitud de vergeles y huertas. Por ello Lorenzo Suarez de Figueroa ordenó a su procurador Álvaro Martínez de Aponte a tomar las villas en nombre de su hijo. Todo ello formaría un gran revuelo popular en nuestra aldea, y la noticia de dicha donación llegaría hasta el Concejo de Badajoz, de cual dependía La Parra, posicionándose contra dicha decisión del Rey. Parece ser que durante seis meses, Álvaro Martínez estuvo “allanando” el terreno para la toma de posesión de dichas villas, negociando con el Concejo de Badajoz, y tranquilizando los ánimos de la población.
Todo ello culmina cuando la mañana del 10 de Septiembre de 1394, el pregonero de la aldea convoca a la reunión del Concejo de La Parra (nobles y personajes relevantes). Durante el acto de toma de posesión, se dio lectura de la “donación” y “..ante el requerimiento de recibir a Gomes Suarez de Figueroa por su señor, el concejo dijo que ellos recibían la orden del Rey con respeto y reverencia, y como mandaba el rey su señor natural, estaban preparados a cumplir lo que su señor Rey les mandaba...”. Así, Álvaro Martínez tomó posesión de La Parra y sus términos, y nombró los distintos cargos del lugar, Alcalde ordinario, escribano, alguacil y mayordomo, recibiendo juramento de cada uno de ellos, e indicándole sus atribuciones.
            Con el deseo de Gomes Suarez de conocer sus dominios, y para formalizar el acto anterior, la tarde del 10 de Noviembre de 1394, los vecinos de La Parra nombran a sus representantes para prestar juramento y lealtad al nuevo señor, y en la iglesia del pueblo, ante Gomes Suarez de Figueroa, y tras jurar según el ritual de la época fidelidad al nuevo señor, le besaran la mano en prueba de aceptación de su señorío, asistiendo al acto en la iglesia, todos los habitantes de La Parra.


José Juan Durán Murillo – Marzo 2002


Revista VITIS – Consejo Local de la Juventud de La Parra

sábado, 24 de noviembre de 2001

Un poco de Historia 4 - La Reconquista

Un poco de Historia 4 - La Reconquista

    Vamos a empezar  a hablar un poco sobre la historia de La Parra, después de ver en anteriores números como podría ser nuestro pueblo antes del siglo XVIII. Muchas peleas y batallas se llevaron a cabo en la Reconquista de los territorios árabes por parte Cristiana, pero después de que éstos atravesaran el rio Guadiana hacia el sur, es cuando La Parra entra a formar parte de los territorios reconquistados por los Cristianos. Todo sucedió bajo el reinado de Fernando III “El Santo”, que ordenó a las distintas órdenes de Caballería avanzar hacia el Sur de la península. Sabemos que las tres órdenes de caballería, Santiago, Alcántara y el Temple se adentraron en zona árabe reconquistando territorios, pero aún no esta muy claro cual de ellas fue la que conquistó nuestro pueblo La Parra, solamente sabemos que en 1237 la orden de Alcántara, encabezada por Pedro Yañez, tomó la población de Zafra, y un año más tarde, en 1238, el Maestre (el Jefe) de la orden de Santiago Rodrigo Iñiguez toma varias aldeas y castillos, entre ellos el de Feria. Por lo tanto pensamos que cualquiera de éstas dos Ordenes se presentaron en nuestro pueblo para tomar la aldea, no presentando seguramente ninguna resistencia a la invasión. Podemos decir que seguramente en La Parra existirían habitantes Almohades (tribu árabe) y Judios, que junto a los Cristianos formarían un buen “mosaico de culturas” hasta que en 1492 fueron expulsados. Pero seguimos con la reconquista. 
      Años mas tarde, entre 1294 y 1304, o sea durante 10 años, La Parra perteneció al Señorío de un personaje no muy conocido, “Guzmán el Bueno”. En 1343, el Rey Alfonso XI dona a Enriquez Enriquez la villa de La Parra, junto a otras villas, para formar un Señorío, situación que años más tarde es rechazada por los mandatarios de la ciudad de Badajoz, que pretenden que La Parra siga bajo su dominio administrativo y defensivo. 
      En 1349, la Peste Negra mata a una gran masa de habitantes del pueblo, que ve reducida su población casi a la mitad, y crea un estado de pánico general en nuestra pequeña aldea. 
http://proyectoestaciosandragarcia.blogspot.com.es
      En 1385, los Portugueses en la guerra contra Castilla, arrasan a su paso nuestro pueblo, que no se podría recuperar hasta que en 1394, el día 26 de Febrero, Enrique III dona La Parra, junto a Zafra y Feria, a Gomes Suárez de Figueroa para hacer un gran Señorío, y para agradecer la labor de su padre Lorenzo Suarez de Figueroa, Maestre de Santiago y colaborador del Rey, situación de la que hablaremos en los siguientes números.



José Juan Durán – Noviembre 2001

Revista VITIS – Consejo local de la Juventud de La Parra


           

sábado, 17 de junio de 2000

Un poco de Historia 3 - el Dominio Musulmán

UN POCO DE HISTORIA … 3  - El Dominio Musulmán 

      Corrían los tiempos allá por el Otoño del año 712 cuando un poderoso ejército musulmán a las órdenes de Musa Ibn Nusayr iniciaba el camino hacia Mérida con sus casi 18.000 hombres de origen fundamentalmente árabe , y sin ninguna dificultad, sometiendo a las aldeas que encontraban a su paso. Es muy probable que Musa en su llegada a las cercanías de Zafra, enviara uno de sus destacamentos a la parte Este de la provincia de Badajoz para extender los dominios de la conquista. Muy probablemente una de esas subdivisiones de destacamento cruzó por nuestro valle hacia Badajoz, y se apoderó de aquella pequeña aldea a la que denominábamos Vitis. Habitada por aldeanos hispano-visigodos, Vitis sería una aldea muy pequeña, probablemente con cuatro o cinco viviendas, trasladadas ya a la parte norte del pueblo. Las pequeñas estructuras de Vitis sufrieron la imposición de los musulmanes y en principio, solamente las tierras de los fugitivos o los resistentes fueron confiscadas. En cada aldea se quedaba un destacamento que se encargaba de la gobernación y que imponían un sistema de impuestos territoriales que permitió un cierto pacto entre los
vencedores y vencidos. Las oleadas de inmigrantes berberiscos del norte de África que se produjeron después de la consolidación de la conquista, produjeron unos cambios sobre la población que había en las aldeas – sangre, lengua, religión, estilo- y un proceso de culturización que mezclado con el que los habitantes tenían (godo) conducirían a una época
cultural y económicamente fecunda y visiblemente diferenciada. Cinco siglos bajo el signo del Islam junto a la inmigración berberisca, contribuirán a transformar la sociedad de la aldea en una sociedad más organizada, una economía con un desarrollo más notable de los grandes huertos y la potenciación del cultivo del olivo.



José Juan Durán – Junio 2000
Revista VITIS – Cosejo Local de la Juventud de La Parra - 2000

sábado, 8 de abril de 2000

Un poco de Histora 2 (seguimos con VITIS)

Un poco de Historia...2 (de La Parra)

....La aparición en el siglo XVII de la lápida de mármol donde está San Juan, con esas escrituras romanas, tiene, no hace sino confirmar la “clase alta” de “Lucio Blayo Calpurriano” que puso esa lápida a su madre cuando murió con 40 años de edad, cosa muy costosa que solamente podrían pagar las gentes con mucho dinero. Desde aquel entonces, VITIS, se convirtió en la viña de Lucio Blayo Calpurriano por lo cual también llevaría el nombre de VITIS CALPURNIA, la viña de Calpurnio. Seguimos hablando de nuestra pequeña aldea de viñas Vitis Calpurnia. Durante el Siglo II y III d.c. el emperador romano Augusto prohibió las viñas y las ventas de vinos hispánicos en toda la Lusitania, ¿Toda?, no, una irreductible BAETICA , que era la provincia al sur del Guadiana, se resistía a no producir los vinos de nuestra tierra. Nuestra pequeña aldea se encontraba en los límites de la Bética con la Lusitania. Sabemos por los historiadores que por aquella época de prohibición de las viñas, existen varios “viñedos clandestinos” que elaboraban un vino de uvas pasas que encantaba a las autoridades de la época. Este puede seguir siendo uno de los puntos de partida del nombre de nuestra aldea, VITIS, por ser probablemente una de las únicas viñas que aún con la prohibición de Augusto produjera los vinos que tanto se apreciaban en la zona. La Viña (Vitis), refiriéndose como una de las únicas viñas de la provincia, podría ser ya identificada como la Vitis, la viña que sobrevivió por la calidad de sus vinos. 

     Con el pasar de las décadas y la implantación de los olivos y cereales en nuestro valle, los
visigodos empezaron a expandirse por toda la región, obligando así a los aldeanos a adoptar su forma de vida y su cultura. Con éste cambio de cultivos y de vida, probablemente el núcleo de nuestra pequeña aldea situada junto al arroyo del Entrín, empieza a desplazarse hacia la faldas de la sierra “chiquita” , actual localización, por varios motivos. Uno de ellos, el resguardo del aire y del frío que corre por todo nuestro valle, como ya sabemos todos, y otro por la riqueza de agua en este punto del valle, agua que emana de las sierras a través de fuentes naturales, y que en la zona de San Juan no contaban con ella. La unión de éstas y otras causas, provocan que estos Hispano-Visigodos, Luso- Béticos empiecen a formar un núcleo de población en los alrededores de la fuente de las Almenas, fuente natural que empezaría a ser el centro de la aldea y ella sería la fuente “pública” más importante de la aldea, como ha sido hasta hace algunos años. Además, con la entrada de los musulmanes en la península en el año 711, la veneración de estas fuentes va a ser mas influyente en la vida local. Ya en esta época, las tierras de cultivo “huertos” que se formaron en esta parte del valle, eran más fértiles por la mayor humedad que contenían frente a las tierras más secas de la zona del Entrín. La adopción de la cultura musulmana en ésta época, será una auténtica revolución en el pueblo, con la formación de grandes huertos, y el desarrollo de los cultivos de cereales y olivares. También será un gran paso para el desarrollo urbanístico de la parte troncal más antigua del pueblo.

José Juan Durán – Abril 2000
Revista VITIS – Consejo Local dela Juventud – año 2000

domingo, 30 de enero de 2000

¿y porqué VITIS? (Un poco de historia de La Parra)

Historia de LA PARRA 1 - José Juan Durán


¿y porqué VITIS? (Un poco de historia de La Parra)
(este artículo se publicó para explicar el origen del propio nombre de la revista VITIS)

   ...Ya desde épocas prehistóricas, tenemos algunos indicios de que nuestro pueblo existen algunos pobladores, ejemplos que se hacen notar en los alrededores de la ermita de San Pedro y en algunos sitios más [1]. Pues bien, por la buena situación del riachuelo que hoy en día llamamos “Entrin”, se establecieron en la zona de San Juan varios pobladores que cultivaron los campos de los alrededores de la ermita. Posiblemente, y como nos cuentan algunos historiadores, San Juan sería un antiguo templo de culto romano, o puede que la hacienda de algún Señor de la zona, por las noticias que tenemos, el cultivo principal de aquella Hacienda, (imaginemos a Falcon Crest pero en romano) eran las viñas[2]. Ya podéis adivinar que a esta pequeña aldea la llamaban VITIS (“Parra o Vid” en latín). Probablemente nuestro pueblo sería uno de los mayores proveedores de vino de aquella época, y seguramente toda la cosecha se llevaría a Emérita Augusta (Mérida), capital de la Lusitania, región que comprendía toda la mitad sur de Portugal y la zona de Badajoz y Huelva.

    En nuestra opinión, gracias a las ventas que año tras año obtendrían del buen vino que se
producía en nuestro pueblo, una de las familias residentes se hizo bastante rica. No es de
extrañar que esta familia enviara a sus hijos fuera de la aldea, para que tuvieran un mejor
futuro, y tampoco es nada raro que alguno de sus hijos se metiera en las tropas “pretorianas”
del emperador que en aquellos momentos gobernaba en Roma. Emérita Augusta sería un
trampolín para que ese hijo subiera peldaños en el ejército romano hasta llegar a una especie de “capital general” de las tropas del Emperador. Y con todo esto, y apoyándonos en algunas suposiciones nos atrevemos a suponer que “Lucio Blayo Calpurriano”, que es como probablemente se llamaría este hijo, fuera el “Calpurriano” que ordenó la ejecución de la Mártir Santa Eulalia en la Emérita Augusta del sigloIV[3].
Continuará...............


José Juan Durán Murillo
Revista Vitis – Consejo Local de la Juventud de La Parra - - Enero año 2000

[1] 
[2]
[3]